El pueblo boliviano nuevamente ha demostrado madurez democrática al asistir a los recintos electorales a emitir su voto para elegir a las nuevas autoridades del Poder Ejecutivo y Legislativo. Tranquilidad fue el común denominador en la jornada de este domingo en el departamento del Beni. El buen clima también ayudó a que los ciudadanos habilitados por el Tribunal Supremo Electoral para sufragar depositen su papeleta en las urnas, con la confianza en que esa decisión sea respetada por las autoridades electorales y representantes de las diferentes tiendas políticas que participaron con candidatos en los comicios.
La jornada fue pacífica, y eso es importante, porque este proceso electoral surgió después de observaciones de supuesto fraude y movilizaciones que empañaron las anteriores elecciones. Este proceso electoral viene a mostrar otra imagen de Bolivia, viene para rescatar la imagen que se vio manchada por los actos de violencia de meses atrás, hechos que esperemos no vuelvan a repetirse.
El gobierno de la beniana Jeanine Añez cumplió su objetivo principal, el de realizar unas elecciones confiables. Ahora debemos esperar resultados creíbles. No podemos adelantarnos a emitir criterios sobre los resultados del cómputo de votos, especialmente, es normal que se hayan retrasado en iniciar el conteo de los votos por las circunstancias en que se desarrollaron las elecciones debido a la pandemia del coronavirus. La votación a diferencias de las anteriores cuando se terminaba a las cuatro de la tarde, en esta oportunidad se extendieron al menos una hora, para evitar las aglomeraciones y con ellos la transmisión del COVID-19.
El cómputo oficial terminará en los próximos días. Hay que esperar que en este tiempo no aparezcan los agitadores alentados por resultados adversos.
